Pablo escribe a los Colosenses para darles ánimo y darles algunos consejos para que continúen en los caminos de Cristo. Esos consejos hoy nos sirven a nosotros como creyentes también. Así que hoy reflexionaremos sobre el misterio de Dios.
El misterio es el propósito de Dios, desconocido por todos a menos que les sea revelado. Esta palabra era un término usado en las religiones llamadas “mistéricas” para referirse a una información secreta esotérica, al alcance sólo de un pequeño grupo de iluminados. Pablo cambia su significado de manera radical, combinándola siempre con palabras como “oculto”. El misterio cristiano no es un conocimiento secreto destinado sólo a unos cuantos. Es una revelación de lo que Dios se había propuesto hacer por medio de Cristo, una revelación que antes estaba escondida, pero que ahora todos los creyentes conocen y que es proclamada abiertamente. Por consiguiente, el misterio cristiano es un “secreto revelado”.
Ese secreto revelado, es Cristo, nuestro Señor. Y Pablo hace el llamado a los Colosenses en su carta de permanecer unidos por amor, en Cristo. Ese es el llamado que nos hace hoy a nosotros en Filadelfia. Cristo nos ha dejado una misión, amar a Dios, amar al prójimo y hacer discípulos. La única manera que lo lograremos es unidos por amor. Sólo de esta manera podremos crecer como creyentes, y crecer como congregación. Cada uno de nosotros involurados en la misión, unidos para la misión.
Como comunidad de fe, te animamos a tener: 1) Vida devocional, orando, cantando y estudiando las Escrituras, 2) Evangelización, testificando lo que Cristo a hecho en tu vida, 3) Discipulado, compartiendo en una relación el propósito de Cristo, 4) Formación de liderazgo, animar a los que vienen tras tuyo en vivir para Cristo, y 5) Amor y Gracia, esparcir amor y gracia a los que te rodean. Viviendo estas cinco principios, estás siendo parte de la misión que Cristo te ha encomendado.
Hno. Xavier Rivas, Min. Comunicación y Medios
Recomendaciones:
Lectura: Colosenses 2
Canto: He decidido seguir a Cristo