El llamado del Señor

Humildad. Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento. En el concepto cristiano, es tratar a los demás con mucho respeto. Ver a los otros como mejor que yo. Humildad es tratar con cariño a todos y nunca creer que somos mejores que los demás. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás. (Filipenses 2:3-4 NVI)

Amable. Digno de ser amado. Afable, complaciente, afectuoso. Es ser servicial. Buscar cómo atender y ayudar a otros que requieran nuestro servicio. Y lo debemos hacer con mucho cariño. Especialmente con los mas necesitados. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. (Efesios 4:32 NVI)

Paciencia. Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Tener control de uno mismo para evitar actuar bruscamente con otros que no actúan como nosotros pensamos. El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. (Romanos 12:9, 12 NVI)

Tolerancia. Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. (Romanos 12:10 NVI) 

Roguemos al Señor que nos ayude a vivir de acuerdo a su llamado. Amén.

— Hno. Gilberto Aguirre Maestro Escuela Bíblica Dominical
Renovación Año 4 – Edición 17