“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:28-30
Estoy seguro que todas y todos aspiramos a encontrar descanso para nuestras almas, pero deberíamos de reflexionar si estamos aceptando la invitación que nos hace el Señor Jesucristo y meditar si estamos siendo mansos y humildes de corazón, “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33.
Depositemos nuestra confianza en Dios, creamos en el poder del Espíritu Santo, y no solamente aceptemos la dirección de Jesús, sino también sembremos la paz por medio del servicio y la enseñanza a los demás como lo hacen nuestros Maestros. “Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”. Romanos 14:18-19.
Pongámonos en la dirección de Dios, sirvamos y confiemos en Cristo, y siempre contribuyamos a la Paz, para que cada uno de nosotros logremos formar una Comunidad de Paz. Recuerden: “somos lo que hacemos día a día, de modo que la excelencia no es un acto es un hábito”.
— Hno. René A. Mercado G. Soc. de Intermedios
Renovación Año 4 – Edición 26