Pero para llevar esta vida transformada, tenemos que alimentarnos de su Palabra, y entre más nos alimentamos, Su Espíritu se siente como un gran fuego ardiente dentro de nosotros. Jeremías lo describe de una manera hermosa en el capítulo 20: 9 “[…], entonces su palabra en mi interior se vuelve un fuego ardiente que me cala hasta los huesos. He hecho todo lo posible por contenerla, pero ya no puedo más.”
Ese fuego ardiente, cada día nos hace distintas observaciones, nos lleva a cambiar ciertos comportamientos, pero también nos hace el llamado a ser diáconos, a ser ministros, en otras palabras a ser servidores de Dios. A estar dispuestos a servir a los demás, poniendo a Su disposición el tiempo, conocimiento y amor que tenemos.
El mejor ejemplo de servicio lo vemos en el Señor Jesucristo. (Juan 13:1-17) “Pues si yo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.”
El servicio es el llamado que hace a todos sus seguidores Cristo Jesús. Sirviendo al Señor aprendemos a dar sus frutos y también nos enseña a llevar una vida llena de gozo, alegría, emoción y diversión. El secreto está en abandonar el «YO» en el servicio y el trabajo más difícil se convierte en una experiencia emocionante.
Muchos nos hemos acercado al Señor buscando ser felices, pero la gran paradoja es precisamente esa: la prioridad de Dios no es que seamos felices, pero cuando estamos sirviéndole a Él y no a nosotros mismos, en nuestro interior se enciendo una llama tan ardiente, que la tarea más “sacrificada”, compleja, se vuelve divertida. Es un gozo inexplicable, que solamente se puede experimentar rindiendo nuestras vidas al Señor.
Así que hoy te dejo ese desafío, que nos dejó nuestro Señor Jesucristo a través de su ejemplo, ser un fiel servidor: amoroso, alegre, paciente, amable, bondadoso, humilde, con dominio propio y con paz en tu ser.
¡Es tiempo que dejes arder ese fuego en tu interior y no lo contengas más!
— Hno. Xavier A. Rivas Min. de Comunicación y Medios (Conclusión de: Diaconado Bíblico – Nómina 2016)
Renovación Año 4 – Edición 41