Un mismo Dios, un mismo sentir, un mismo espíritu

Perfectamente Unidos: En la lectura bíblica 1 Corintios 1:10-31, más específicamente en el versículo 10, notemos que la Palabra de Dios dice “perfectamente unidos en una misma mente”, esto quiere decir que no basta sólo con estar en el mismo lugar sino es necesario que estemos bien con todos, sin problemas, sin chismes, sin pleitos. 

En Hechos 2:1, la palabra nos cuenta como fue que 120 personas fueron llenas del Espíritu Santo en el Día de Pentecostés, “estaban todos unánimes juntos”, la frase “unánimes juntos” se deriva del hebreo homothumadon que quiere decir: estar de acuerdo, de mutuo consentimiento mantener la unidad del grupo y compartir un solo propósito. ¿Te has puesto a pensar en qué hubiera pasado si entre este gran grupo de personas creyentes hubiera tal vez algunos que no estuvieran de acuerdo con lo que decían los apóstoles, u otros que tuvieran peleas con los que estaban a su alrededor en ese momento? Seguramente la historia hubiera sido diferente y esa reunión hubiera sido sólo una más de tantas. ¿Quieres ver a Dios obrar en tu familia? ¿En tu sociedad de jóvenes? Pregúntate a ti mismo primero ¿Cómo es tu relación de amistad con los demás miembros de tu congregación? ¿Están todos en un mismo sentir o hay divisiones? ¿Las conversaciones están llenas de la Palabra de Dios o de críticas y chismes? 

Es tiempo de Restauración: Necesitas empezar con restaurar las relaciones que están dañadas o deterioriadas y pedir perdón si es necesario. No podemos dejar que el enemigo robe la bendición que Dios tiene para nosotros. Para lograr esto, aunque no sientas la necesidad de pedir perdón o perdonar tendrás que hacerlo recordando que el perdón es una decisión, no un sentimiento o emoción. A veces es difícil pedir perdón a alguien que hemos lastimado, pero tenemos que arrancar de raíz todo orgullo que nos impida hacerlo y que esté evitando que el Espíritu Santo pueda venir a nuestras vidas y a los del grupo o iglesia del cual que somos  parte. Otra cosa importante que debemos hacer es evitar participar en malas conversaciones de chismes o que incluyan críticas hacia nuestros compañeros o líderes para juzgarlos, Proverbios 11:13 dice que “El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo“, no seamos parte de estas conversaciones y mucho menos seamos los que las inicien. 

Cuando tengamos una buena comunión, no haya divisiones en el grupo entonces podemos seguir adelante, en el pasaje de Hechos 2:2- 4, podemos leer que cuando estaban todos unánimes juntos, vino de repente un estruendo del cielo y todos los que estaban presentes fueron llenos del Espíritu Santo y de ahí salieron a testificar siendo así la manera como empezó a crecer la iglesia. ¡Aquí está la respuesta! Tenemos que enfocarnos en estar todos unidos buscando en un mismo sentir a Dios. Cuando estemos todos en una misma visión no tendremos que estarnos recordando unos a otros que tenemos que invitar gente o que llevar amigos a las reuniones para que conozcan a Dios, si no que al estar todos en un mismo sentir estaremos anhelando dar fruto y saldremos a buscar a la gente y la gente podrá ver en nuestras vidas el fuego de Dios llegando así el crecimiento y la multiplicación que tanto anhelamos.

— Hno. Javier Garza Tomado de Devocional Diario 
Renovación Año 4 – Edición 47