También significa que cuando amamos, somos como Dios; no es algo sublime e inspirador? Si queremos parecernos a Dios, tenemos que amar.
No nos olvidemos que FILADELFIA significa “la comunidad de los que se aman”; pero no es tanto por el nombre, sino porque Dios nos enseñó a amar; si somos sus discípulos, tenemos que amar.
Hoy en día el mundo, la gente, los animales y la creación de Dios, no necesitamos del odio, sino del amor y sus derivados: la solidaridad, la tolerancia y el perdón. No se puede amar si no somos solidarios, si no toleramos y si no perdonamos.
El futuro es el amor, porque el Reino de Dios estará caracterizado por el amor. Somos discípulos de Cristo? Tomemos el reto! Y ojalá que no sea solamente de palabras, sino de hechos.
— Hno. Tomás Téllez 2do Vice-Presidente de Diáconos
Renovación Año 4 – Edición 5