Gozamos de un nuevo nacimiento por estar unidos a Cristo, siendo nuevas personas cuyas cosas viejas pasaron y se convirtieron en algo nuevo. (2da Corintios 5:17) El nuevo nacimiento parte del hecho de que todo el que permanece unido a Cristo, no sigue pecando, porque todo el que peca, no lo ha visto ni conocido. (1ra Juan 3:6) Para lograr esto, debemos permanecer unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando Él aparezca y no sintamos vergüenza delante de Él cuando venga. (1ra Juan 2:28)
Si hemos nacido de nuevo vivimos la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo (Efesios 4:15). El crecimiento se expresa, amándonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios; (1ra Juan 4:7) y practicando la justicia porque somos nacidos de Jesucristo quien es justo. (1ra Juan 2:28)
La fe, es raíz del amor puesto que cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, sabemos que amamos a los hijos de Dios. En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y éstos no son difíciles de cumplir, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Juan 5:1-5) Tenemos un futuro de prosperidad, al final de la carrera el premio por nuestros trabajos en la obra del Señor será el galardón que Dios determina para cada persona. Dios nos ayude a permanecer en su camino y coronar la carrera de una vida transformada y que con sus frutos transforma la vida de su prójimo. Somos un nuevo nacimiento llamados a transformar nuestras vidas y este mundo de dolor por un mundo de paz.
— Pr. David Santana Pastor IB Filadelfia
Renovación Año 4 – Edición 52