¿Cuándo es el evangelio un problema?

Nuestra iglesia siempre reflexiona sobre la necesidad de que cada uno de los creyentes debemos ser evangelizadores. Cristo les dijo a sus discípulos “id por todo el mundo y haced discípulos,” el año pasado estudiamos el libro de los Hechos y meditamos en cómo el mensaje de Cristo se difundió en todo el Imperio Romano. Este año al estudiar los primeros pasajes de Génesis, hemos reflexionado sobre la importancia de que nuestras familias tengan una relación con Dios. En este mes de marzo las palabras del Apóstol Pablo nos invitan a proclamar la Buenas Nuevas. 1ra Corintios 9:16  dice “Sin embargo, cuando predico el evangelio, no tengo de que enorgullecerme, ya que estoy bajo la obligación de hacerlo. Ay de mí si no predico el evangelio!

Las palabras de Pablo parecen obvias, pero si leemos todo el capítulo 9, nos damos cuenta que Pablo expresa que su modo de vida y que su gratitud a Dios es Evangelizar, lo hace en medio  de cuestionamientos hacia él de parte de la congregación. A Pablo se le estaba denigrando su apostolado y querían ponerlo por menos. Aun en medio de esa tormenta su justificación más grande es su amor a Cristo. Ay de mi si no anunciase el evangelio!

Nuestra comunidad, al igual que la comunidad de Corintios ha tenido, tiene y tendrá sus dificultades. El problema del evangelio es que no acepta las circunstancias como excusas a la inacción. El evangelio nos salvó y nos muestra un camino de vida en el cual consideremos al prójimo más grande que a nosotros mismos. Es decir, podemos tener nuestras dificultades pero en ningún momento debemos de dejar de predicar su palabra. 

  • Por qué no todos anunciamos las buenas nuevas?
  • porque tengo la percepción de que sólo yo lo hago mientras los demás hermanos y hermanas solo calientan la banca
  • por miedo a que el mal testimonio o el mal gesto de un hermano corra a la visita
  • porque creo que es responsabilidad del pastor y el ministerio de evangelismo
  • porque no tengo tiempo
  • porque los hermanos critican todo lo que hago
  • porque ofrendo

Hay muchas más razones, que cada uno de nosotros puede dar. Pero el ejemplo de Pablo nos dice que nos engañamos. Ese es el problema del evangelio, el evangelio es un compromiso radical con Cristo que va más allá de la razón. El evangelio es locura por Cristo. En medio de nuestras dificultades hay que anunciar el evangelio. Hermano, hermana trae una visita a nuestra iglesia y dale discipulado, es una ordenanza de Cristo.

— Hno. Erick Rivas Misionero A Los Pies de Jesús
Renovación Año 5 – Edición 10