La renovación del entendimiento trae transformación

La renovación de mi manera de pensar es ajustar mi mente a la de Dios en todas las formas, es decir moral y espiritualmente, este principio de manera aplicada es ocupar mi mente con lo que Dios quiere y dice respecto a mí, por esto la Biblia dice en Fil 4:8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Nos enseña a enfocar los pensamientos en lo bueno no en lo malo. 

Todo creyente tiene que tener el filtro de la cruz en su mente, pues la Biblia dice: “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” (2 Co 10:5) El contexto de este pasaje es la batalla espiritual que tenemos y nos enseña a llevar cautivo todo pensamiento a la cruz de Cristo ya que es una forma de pelear contra nuestro adversario; esto es fácil de comprender cuando entendemos que nuestra manera de pensar trae transformación y bien esa transformación puede ser buena o mala según sea el pensamiento, pues la palabra transformación viene del griego metamorfóo cambiar en otra forma (meta, implicando cambio, y morfe, forma.) Según esta definición, el pasaje dice que, si cambio mi modo de pensar, tendré una transformación en mi carácter y comportamiento. 

La transformación en acción la podemos ver de manera amplia y profunda en Jesús, “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.” (Mat 17:1 -2) La transfiguración viene de la misma raíz griega metamorfóo, solo que en este caso es total y plena la transfiguración de Cristo, mientras que en el pasaje de Romanos 12, nos indica un cambio en el carácter y el comportamiento, quizá también en la apariencia de la persona, mas no en su naturaleza y esencia. Debemos de tener presente que en medio del dolor y sufrimiento podemos tener una transformación que nos haga levantar alas como las águilas, pues la Biblia dice: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” (Is. 26:3) Notemos que la paz viene cuando nuestro pensamiento se enfoca en Dios y sus promesas, y a pesar de la situación, nosotros podemos tener una esperanza que nos transforma y renueva en Cristo.


Tomado del blog Secretos de la Palabra de Dios
Renovación – Año 5 – Edición 32