Comunidad transformada, comunidad unida

El anhelo de Pablo es que toda la iglesia sintiera el mismo sentir, conservara el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. Por el contexto, podemos apreciar que había habido una pequeña dificultad en la Iglesia de Filipos, no era una gran dificultad, sino algo de menor importancia y Pablo quería que ellos fueran del mismo parecer. Él no quería que ellos fueran un vivo retrato uno del otro, como un duplicado. 

Un gran peligro que puede existir entre los cristianos en la actualidad es creer que todos los miembros de la comunidad tienen que ser iguales por lo que intentan ser un vivo retrato de sus líderes espirituales. Esa actitud nada tiene que ver con la unidad que describe el apóstol Pablo.

El sentir, la unidad hacia un mismo propósito, es permitir que la mente, la forma de pensar de Cristo esté en nosotros, Filipenses 2:5. Ello permite que haya diferencias de expresiones, diferencia de dones, diferencias en métodos de servicio, 1 Corintios 12: 1-12. Nadie debería enfrentarse con sus hermanos en la fe por causa de ciertas cosas, es decir, poner en peligro la unidad del Cuerpo de los creyentes, de la familia espiritual, por cuestiones no esenciales y de menor importancia. Si tenemos la mentalidad de Cristo, estaremos en los grandes principios de la de fe.


Tomado Escuela Bíblica Siguiendo el Maestro
Renovación – Año 5 – Edición 34