En conclusión, el evangelio, según las Escrituras, es un mensaje de salvación divina, la cual se obtuvo gracias a la muerte de Cristo en la cruz y hoy es ofrecida gratuitamente al ser humano pecador.[16] El propósito del evangelio es salvar al ser humano.
Por otra parte, el evangelio del primer ángel es eterno. El mismo evangelio presentado en el AT y NT en los textos de Génesis 3:15, Daniel 9:24-27, Habacuc 2:4, Juan 3:16, etc. Al ser eterno, el evangelio en el tiempo del fin no será otro; será el mismo presentado en las Escrituras: Dios ofreciendo gratuitamente la salvación al ser humano.
Un punto importante que se tiene que considerar al estudiar el evangelio es el papel que cumple el santuario celestial (Heb 9:12). Si bien es cierto el término griego evangelion no aparece en la carta a los Hebreos, este es desarrollado por Pablo pero a la luz de la labor Sumo sacerdotal de Jesucristo en su santuario. Léase Hebreos 4:14-16 y 9:12:
Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Jesús […] Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas […] Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
[…] y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo[17] una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna.
Como declaran estos textos, los actos salvíficos de Dios a favor del ser humano no concluyeron en la cruz. Más bien, éstos también son realizados en el santuario celestial. El ser humano no sólo es salvo únicamente por la cruz sino también por la intercesión del Sumo Sacerdote Jesucristo. Por este motivo, no se puede comprender plenamente el evangelio eterno si no se lo estudia a la luz del santuario celestial. Por estas razones, es imposible entender el evangelion en un solo acto, sino en un conjunto de acciones salvíficas de Dios dentro de un plan establecido por Él; esto incluye la muerte de Cristo en la cruz y su intercesión en el santuario.
Después de este análisis, se concluye que el “evangelio eterno” es la justificación por la fe. Este no es ni adoración ni tiene como único énfasis el juicio, mucho menos “sola gracia y sola cruz” sin los frutos respectivos. El evangelion es Dios salvando al hombre del pecado y no en el pecado.
El “evangelio eterno” y el nuevo estilo de vida en Cristo
Para encontrar lo que produce el “evangelio eterno” en el creyente, se estudiará Apocalipsis 14:6-12. En estos siete versículos hay elementos que forman parte de la respuesta del justificado a Dios:
“Temed y dadle gloria”. Implica reverenciar a Dios y mostrar los frutos de la fe. En el NT, el cristiano glorifica a Dios a través de sus buenas obras (Jn 15:8; Rom 8:18-21).
“Adorar al Creador”. En Apocalipsis tiene una connotación de homenaje u obediencia.[18] En el contexto de Apocalipsis 12 al 14, adorar implica guardar los mandamientos de Dios.“No contaminarse con Babilonia”.[19] No creer ni practicar, voluntaria e involuntariamente, las falsas enseñanzas de este poder opresor. “Tener la fe de Jesús”. Aceptar las enseñanzas de Cristo. Esto incluye las verdades reveladas a los profetas encontradas en la Palabra de Dios (Apoc 12:17; 19:10; 22:8-9).