Vemos otro ejemplo en Apocalipsis 14:11 ¿Por qué aquí dice “y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”? Porque el incendio que provocó ese humo ya cumplió su misión. Porque el juicio que provocó su tormento ya cumplió su misión. Porque el castigo que tuvieron los adoradores de la bestia ya cumplió su misión, en conclusión todo eso regresó a Dios porque hizo lo que Dios quería y prosperó, porque ninguno hizo fracasar esa sentencia de Dios. Esto es así, porque usted sabe, que no existe literalmente un humo de tormento que suba por los siglos de los siglos.
El evangelio eterno no es el evangelio de la gracia; porque el de gracia es para que la gente crea en Cristo, pero el eterno es para que la gente tema a Cristo. Aunque el resultado en el primer siglo por haber rechazado el evangelio de la gracia es juicio, Pablo dijo en 1 Tesalonicenses 5:9 “Porque no nos ha puesto Dios para ira…”. A Pablo lo salvó la gracia de la ira venidera en el primer siglo.
Fíjate, que el ángel predica este evangelio a toda tribu, lengua, pueblo y nación de Palestina, es decir, para los que moran en la tierra o en el territorio. ¿Para quiénes vino el evangelio eterno? Vino para:
- Apocalipsis 3:10…los que moran sobre la tierra o están sentados sobre la tierra refiriéndose a las autoridades de Israel. La expresión “la hora de la prueba” se refiere a gran tribulación que comenzó en el año 67 d.C. y terminó con la destrucción del templo, la matanza de un millón y medio de judíos y la destrucción de Jerusalén. El evangelio eterno fue para las autoridades de Israel como el sanedrín, ancianos y principales del judaísmo
- Apocalipsis 13:8…y adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida. Estos moradores del territorio fueron todos aquellos adoradores de la imagen de la bestia que subía del mar (Nerón), V:12,14. El evangelio eterno fue para los seguidores de la bestia (Apocalipsis 17:2,8).
El mensaje del evangelio eterno ordenaba a los gobernantes de Palestina a someterse al señorío de Cristo y no al señorío de César Nerón el emperador romano. Pero ¿Qué hicieron los gobernantes y las autoridades de Israel? Le rechazaron, diciendo en Lucas 19:14: «No queremos que éste reine sobre nosotros».
Donde se anunció juicio, se predicó el evangelio eterno y donde se anunció vida y salvación, se predicó el evangelio de la gracia. Fíjate, que en Mateo 26:64 el Señor Jesús le predicó el evangelio eterno al sumo sacerdote Caifás. Ver al “Hijo del Hombre viniendo en las nubes del cielo” era ver el juicio sobre Jerusalén, el pueblo judío y el templo.
El evangelio eterno era para temer; el evangelio de la gracia para vida; y el evangelio del reino para arrepentimiento, ¿Hubo acaso tres evangelios diferentes? En ninguna manera, sólo hubo tres connotaciones de un mismo evangelio: para juicio, para vida o para arrepentimiento.
A pesar de los intentos del dragón (Imperio romano) y sus dos bestias (Nerón y Gessio Floro) por estorbar el progreso del evangelio en el primer siglo, la misión de los apóstoles, los evangelistas, y los de la iglesia primitiva tuvo éxito. El mundo fue evangelizado y la proclamación del evangelio eterno cumplió su misión.