Pero sé sobrio en todo

¿Y qué era una libación? Aunque Dios no había dado a los israelitas ninguna instrucción específica en relación con la ofrenda de libación, se la mencionó una y otra vez en los libros de Éxodo y Levítico. Consistía en tomar el vino y derramarlo sobre el sacrificio que se había colocado sobre el altar. Ese altar, por supuesto, estaba extremadamente caliente porque era un altar de bronce con fuego que ardía por debajo de él. (Este fuego representa el fuego del juicio.)

Al tocar el altar caliente, se convertía rápidamente en vapor y desaparecía. Esto era exactamente lo que Pablo estaba diciendo aquí: «He derramado mi vida como una ofrenda de libación sobre el sacrificio de Cristo. No ha sido nada, para mí, sino todo para Él». La vida de Pablo pronto desaparecería y Cristo sería todo lo que se podría ver. Esta fue una de las más hermosas figuras retóricas que el apóstol uso. Hay tantos creyentes que tratan de ser recordados haciendo que sus nombres sean cincelados en piedra o que quede un edificio o sala llevando su nombre. Pero Pablo no estaba interesado en esto.

Es como si hubiera dicho: «Mi vida es una libación derramada; Cristo, y no Pablo, es el que será exaltado». Este es un pasaje muy rico de la Escritura. El epitafio de Pablo está dividido en dos secciones: La primera fue retrospectiva, en la cual Pablo miró a su vida en la tierra, justamente antes de que lo ejecutaran. Después, la segunda parte de su epitafio fue prospectivo, orientado hacia el futuro, mirando con ansia a la vida eterna. La vida terrena y la eterna están separadas por lo que en la tierra llamamos muerte.

Ahora, el Apóstol Pablo resumió su vida de tres diferentes maneras: (1) He peleado la buena batalla. Él había sido un soldado, un buen soldado. Había habido una batalla para luchar, y una victoria que ganar. Y aquí, al final de la vida dijo: «he sido un buen soldado de mi Salvador». Estimado oyente, todos los creyentes deberían adoptar esta posición. Hay una batalla en la que luchar, y cada creyente debería ser un defensor de la Palabra de Dios, permaneciendo firme en las grandes verdades de la Biblia.

Luego, (2) el Apóstol Pablo continuó diciendo: he acabado la carrera. La vida cristiana no es solo una batalla, es un evento atlético, una carrera. Durante la carrera el Apóstol estuvo manteniendo su cuerpo bajo control. Estuvo intentando vivir la vida cristiana de tal manera que no fuera desaprobado. Y así escribió en 1 Corintios 9:27, Golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo? Como consideramos a Pablo autor de Hebreos, creemos que en 12:1-2 escribió: corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe?.Ahora, en el final de su vida pudo decir: he acabado la carrera. Había completado todo lo que Dios había planeado para él.

Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (2 Timoteo 4:8)