La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén

Marcos 11 (Mat. 21.1-11; Luc. 19.28-40; Juan. 12.12-19)

La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén fue una semana antes de su crucifixión y muerte. Si alguno de ustedes se pregunta por qué se le llama domingo de Ramos, es porque según el evangelio de Juan, la muchedumbre de Jerusalén salió al encuentro de Jesús llevando estas ramas, que o bien movían en el aire o tendían en su camino, según entraba en la ciudad.

Ahora, tenemos dos narraciones independientes en los evangelios de esta entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Una se encuentra en el evangelio de Marcos, de fecha anterior; y la otra se encuentra en el evangelio de Juan, de fecha posterior. Históricamente hablando, este hecho es muy importante porque una de las pruebas más importantes sobre la historicidad de un evento es la existencia de narraciones independientes del mismo evento. Marcus Borg, un erudito eminente del Nuevo Testamento lo explica de la siguiente manera. Dice: “la lógica está clara. Si una historia tradicional aparece en una fuente temprana y en otra fuente independiente, entonces, no sólo es temprana, sino también es improbable que haya sido inventada” Desde luego, nosotros como cristianos creemos en la inspiración por Dios de las Sagradas Escrituras, de modo que sabemos aparte de la evidencia histórica que estas narraciones no son inventadas. Cuando consideramos los evangelios al nivel de documentos históricos ordinarios, pasan el test de confiabilidad que usan los historiadores al examinar la historia secular. Creo que esto puede robustecer nuestra confianza en la verdad de los evangelios y también darnos una manera de comentar la verdad con nuestros amigos no cristianos que aún no creen en la inspiración de la Biblia.

Ahora, en el caso de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, está narrada en el más temprano de los 4 evangelios: el de Marcos; y luego también, de un modo independiente, en el evangelio de Juan.  Es más, aunque las narraciones de la entrada triunfal que encontramos en los evangelios de Mateo y Lucas dependen en gran parte de Marcos; aun así, los eruditos creen que Mateo y Lucas también tuvieron otras fuentes independientes, además de Marcos. Así pues, el caso histórico para la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén es bastante sólido. Tenemos buenos fundamentos cuando afirmamos que Jesús de Nazaret entró triunfal en Jerusalén durante la pascua, al principio de la última semana de su vida.

Jesús de Nazaret entró en Jerusalén montado en un pollino y fue recibido por la multitud que habían ido a la fiesta anual de la pascua, con gritos de ¡Hosanna! ¡Bendito sea el que viene en el nombre del Señor! pues anticipaban la llegada del reino de Dios.

Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!

Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce. La Pascua siempre comenzaba el día 14 del mes Nisán, que aquel año cayó en viernes.

Jesús y sus discípulos están de camino a Jerusalén para la fiesta de Pascua, como otros miles de peregrinos que están yendo a la fiesta…  Jesús, en Marcos 14:27, se aplica a sí mismo esta profecía de Zacarías capítulo 13: “heriré al pastor y las ovejas serán dispersas”. Jesús les dice a sus discípulos: “todos me abandonarán”.