Colosenses 3:15
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
- LA PAZ DE CRISTO.
Nos evoca las palabras de Jesús en Juan 14:27. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Nos recuerda que Cristo es nuestra paz – Efesios 2:14.
Paz está en conexión con 1:2 y 1:20 – No es la ausencia de problemas, sino el buen trato de nuestro Señor Jesucristo.
La meta de este consejo es que la paz de Dios sea el factor que modifique o determine las decisiones del creyente; los creyentes, como una comunidad, estarán equipados para hacer frente a las diferencias y a las fricciones que puedan perturbar la Paz=Shalom.
Aunque la paz es individual, la segunda línea nos revela el enfoque de la comunidad de la iglesia. “fuimos llamados a vivir en un solo cuerpo”.
SED AGRADECIDOS.
Esta es la cuarta de las siete referencias a la gratitud en Colosenses. ¿Se puede ordenar a una persona “ser agradecido”?
Una traducción alternativa puede ser: “seamos agradecidos” o “seamos de los que son agradecidos” = El contexto sugiere que debemos ser agradecidos por ser parte de los que pertenecen al cuerpo de Cristo y por su actividad intercesora.
- LA PALABRA DE CRISTO.
En ningún otro lugar encontramos “La Palabra de Cristo” en todo el NT.
¿Qué significa? La Palabra/Mensaje acerca de Cristo (La historia que encontramos en los Evangelios) La Palabra que Cristo habló/enseñó (Los dichos de Cristo)
Pablo siempre enfatiza la sana doctrina, pero por el contexto de “falsa sabiduría y falsa espiritualidad”, Pablo no está preocupado por formulas teológicas sino porque de verdad la Palabra de Cristo sea en verdad el aditivo que modifique la vida diaria y práctica en el creyente. Esta es la razón por la que dice: “more en abundancia en vosotros”.
Es el mismo concepto que Juan usa en 15:7: “mis palabras permanecen en vosotros”
La finalidad está en conexión con 1:28 ya que usa la misma directiva y motivación:
3:16 = enseñando y exhortando en toda sabiduría. 1:28 = amonestando y enseñando en toda sabiduría.
Hay una estrecha relación entre “enseñar”, “exhortar” y “cantar” – Los tres verbos están en la misma forma gramatical. Los tres deben ser vistos como medios a través de los cuales la palabra de Dios, mora en el creyente.
Enseñando = implica instrucción de la Palabra. Exhortando = connota ejercicio y ocupación en la Palabra. Cantando = Suma el elemento de celebración y adoración.
Entonces podemos ver que el énfasis es el canto a Dios con conocimiento y convicción. No es el afán de cantar el uno para el otro, sino es el deseo limpio de alabar a Dios, con cánticos espirituales; que proceden de un correcto entendimiento y manejo de los conceptos que agradan y alaban a Dios.
Cuando cantamos en la congregación debemos hacerlo pensando en alabar a Dios como el centro de nuestra adoración. El canto es la forma en que el cristiano alaba, agradece y adora al Creador de nuestra vida. También cuando cantamos reconocemos que hemos sido salvos por la sangre de Jesucristo y por lo tanto, él es digno de toda alabanza, adoración y gratitud por habernos recibido como hijos de Dios por medio del sacrificio expiatorio del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
El apóstol Pablo en Colosenses 3:15 nos exhorta a que “la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Alabar al Señor con cánticos espirituales significa que los salmos y los himnos deben ser apropiados para invitarnos a la adoración y no a seguir el ritmo de una música que invita al baile. Que la paz de Cristo habite en nosotros y seamos agradecidos.