En el 42º Aniversario de Filadelfia

Hoy nuestra amada Iglesia Bautista Filadelfia celebra 42 años de haberse organizado como iglesia, un dos de diciembre de 1977; y estamos agradecidos porque el Señor nos ha bendecido con los varios ministerios que tenemos, todos en función de darle la honra y la gloria al Dueño de la Mies. 

Durante esos 42 años, muchos de los miembros fundadores han muerto en el cumplimiento de la misión encomendada por el Señor; otros se han ido a formar parte de otra congregación por razones que sólo ellos saben; pero todavía hay unos pocos que quedan fieles desempeñando la labor que el apóstol Pablo tanto encomendó en Romanos 15:20 de predicar el evangelio en lugares en donde Cristo no ha sido anunciado, para no edificar sobre fundamento ajeno.

Durante 42 años, nuestra iglesia ha abierto campos misioneros en donde el Evangelio no se conoce, porque ha seguido el ejemplo de Pablo de ser verdaderos misioneros. Pablo no predicó donde ya había una Iglesia, ni donde otros ya habían ido. Pablo era un «evangelista» según el significado de esta palabra en el Nuevo Testamento y ese debe ser el ministerio de una iglesia que no edifica sobre fundamento ajeno. 

Una iglesia misionera no trata de conquistar miembros de otras iglesias, ni tampoco aprovecha las fanfarrias para atraer a jóvenes que no buscan ser salvos, sino porque quieren estar con amigos que tampoco les hablan del plan de salvación, sino que los atrae la música o el plan social de la iglesia que en ocasiones especiales ofrece alimentos y otros beneficios.

Así como Pablo enseñaba en las casas de los creyentes la doctrina del Cristo crucificado y resucitado, así nuestra iglesia usa las casas de los creyentes o amigos para iniciar una nueva iglesia.

Así como Pablo era el pastor de las iglesias que fundaba sin cobrarles un salario, nuestra iglesia ha tenido entre sus pastores y predicadores a miembros de su propio seno, aprovechando el liderazgo de su membrecía. Por todas estas bendiciones, hoy damos gracias a Dios y le damos la honra y la gloria.