Dedicamos esta reflexión al 450 aniversario de la traducción de la Biblia al español, en 1,569.
Según las Sociedades Bíblicas Unidas, de los 7,350 idiomas del mundo, la Biblia completa está disponible ahora en 692 idiomas. Esto significa que 6,658 idiomas no tienen la Biblia completa. Sin embargo, 1,547 idiomas usados por 805 millones de personas tienen el Nuevo Testamento; y porciones más cortas de las Escrituras disponibles en otros 1,123 idiomas usados por 411 millones de personas. Eso deja 3,988 idiomas restantes usados por 246 millones de personas que no tienen las Escrituras.
Los cristianos evangélicos celebramos 450 años de la traducción de la Biblia al español, por Casiodoro de Reina, traducción conocida como la Biblia del Oso, por la ilustración en su portada de un oso que intenta alcanzar un panal de miel colgado de un árbol. La Biblia completa fue publicada el 28 de septiembre de 1569, en Basilea, Suiza.
“Casiodoro de Reina ingresó en el monasterio jerónimo de San Isidoro del Campo de Santiponce (Sevilla) como monje. Pronto tuvo contactos con el luteranismo y se convirtió en partidario de la Reforma, siendo perseguido por la Inquisición, en parte por la distribución clandestina de la traducción del Nuevo Testamento de Juan Pérez de Pineda. Desatada la represión, prefirió abandonar el monasterio y huir con sus amigos de confianza, entre ellos, Cipriano de Valera, a Ginebra en 1,557”.
“Casiodoro de Reina empezó su traducción en 1,565, y ya cuando había traducido el Antiguo Testamento del hebreo (habiendo usado la Biblia Hebrea y la Biblia de Ferrara como apoyo lingüístico); pero el proyecto fracasó y Reina tuvo que esperar otros dos años para ver su preciosa Biblia, al fin impresa. Se publicó en Basilea, Suiza, el 28 de septiembre de 1,569. la ilustración de un oso, fue el logotipo del impresor bávaro Matthias Apiarius, para evitar el uso de iconos religiosos, ya que en aquel tiempo estaba prohibida cualquier traducción de la Biblia a lenguas vernáculas”.
“Casiodoro de Reina señaló […] usó como base textual para el Antiguo Testamento el texto masorético hebreo, la Veteris et Novi Testamenti nova translatio (traducción de la Biblia desde el hebreo al latín) de Sanctes Pagnino y la Biblia de Ferrara. Reina empleó la Veteris et Novi Testamenti nova translatio porque “al voto de todos los doctos en la lengua hebraica es tenida por la más pura que hasta ahora hay”. Reina tuvo a la mano la Biblia de Ferrara porque ella daba “la natural y primera significación de los vocablos hebreos y las diferencias de los tiempos de los verbos”. En cambio, Reina declaró haber seguido poco la Vulgata por los yerros que según él tenía. Para la traducción del Nuevo Testamento, Reina se basó en el Textus Receptus. (Nota: El Texto Masorético hebreo, y el Textus Receptus son los más confiables, de las traducciones de la Biblia).
La Biblia del Oso posee los libros deuterocanónicos o apócrifos. Estaban agrupados junto a los demás libros del Antiguo Testamento, de acuerdo con el modelo de la Vulgata”.
La versión de Reina es la primera traducción de la Biblia completa en castellano teniendo como base textual manuscritos en hebreo y griego. Traducciones anteriores de la Biblia completa al castellano, como la Biblia prealfonsina y la Biblia alfonsina, fueron traducidas desde textos en latín.
La Biblia del Oso refleja la belleza literaria del llamado Siglo de Oro de la literatura castellana. En Historia de los heterodoxos españoles, el erudito católico Marcelino Menéndez Pelayo alabó desde un punto de vista literario a la Biblia del Oso, a la que consideró estar mejor escrita que las versiones católicas de Felipe Scío de San Miguel (1,793) y Félix Torres Amat (1,825).
Cipriano de Valera sacó en 1,602 una revisión de la Biblia del Oso llamada Biblia del Cántaro. El texto de Valera sirvió de base para las revisiones publicadas por las Sociedades Bíblicas Unidas desde 1,862 con el nombre de Reina-Valera.