Con esta reflexión cerramos el estudio de 2ª Corintios 4:5, porque en la próxima, estudiaremos la Reforma Protestante. Esta, y las reflexiones anteriores se refieren a la urgencia de predicar el Evangelio. Pablo dice: “porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor”.
Hemos visto que Pablo fue uno de los apóstoles mejor instruidos en cuanto a la Ley de Moisés y en temas académicos. Conocedor de las culturas hebrea, griega y romana, Nacido en Tarso de Cilicia (provincia romana), y por eso, ciudadano romano. Sin embargo, su misión fue la de predicar a Jesucristo como el Mesías y redentor de nuestros pecados.
Aquí también cabría citar a otro personaje de importancia intelectual y cristiana. Se trata del científico Isaac Newton. Newton no sólo fue un gran científico sino un destacado predicador. Y seguramente nadie negará que fue un gran intelectual y científico. Alguien un día le dijo: «Yo no entiendo. Usted parece creer en la Biblia como un niño pequeño. Yo lo he intentado, pero no puedo. Muchas de las afirmaciones bíblicas no significan nada para mí y, por lo tanto, no puedo creer». Y ésta fue la respuesta de Isaac Newton: «A veces entro en mi estudio distraído, e intento encender la vela con el capuchón extinguidor que sin darme cuenta había dejado colocado sobre ella. Y por más que intento encenderla, por supuesto, no puedo. Pero al retirar el extinguidor, entonces sí puedo encender la vela. Me temo que en su caso, al decirme que usted no puede creer, el extinguidor es el amor a sus pecados; es una incredulidad deliberada que permanece dentro de usted. Vuélvase a Dios con una actitud de arrepentimiento; esté dispuesto a permitir que el Espíritu de Dios le revele Su verdad, y Él se complacerá en mostrarle la gloria de la gracia de Dios brillando en el rostro de Jesucristo».
La prioridad que él le daba a las Escrituras por encima de cualquier otro libro secular fue expresada claramente a sus cercanos, de tal forma que el matemático Robert Smith reportó en una ocasión al profesor Richard Watson, que en una ocasión Newton dijo:
«Consideramos que las Escrituras de Dios son la más sublime filosofía. Encuentro más indicios de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana.» [Cit. en Watson, (1806), p. 57]
Aquí encontramos a otro creyente en Dios y practicante de la Biblia. “Isaac Newton (1643 -1727) fue un físico, matemático, inventor, astrónomo, teólogo y filósofo cristiano de nacionalidad inglesa. Es considerado uno de los padres de la ciencia moderna y muchos lo perciben como el mejor físico-matemático de la historia y el científico que ha dejado el legado más valioso e influyente de todos los tiempos”. (Creyentes intelectuales, Blogspot.mx)
¿Por qué no cree la gente? Porque Satanás ha cegado su mente, ha oscurecido su entendimiento espiritual para que, como dijo Pablo en 2ª Corintios 4:4: “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”. El mensaje del evangelio es glorioso porque revela la gloria de Cristo. Y aparentemente, eso es precisamente lo que los seres humanos no quieren ver.
Por eso, Pablo en 2ª Corintios 4:5 expresa: «No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús»
Nosotros predicamos a Jesucristo como Señor. Sabemos que estamos indefensos e impotentes cuando proclamamos la Palabra de Dios, si no contamos con el Espíritu Santo. En el mundo espiritual hay un enemigo que se nos opone y que ciega la mente de las personas. Pero Pablo está seguro, en el verso 6: “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”.