
Somos Filadelfia
Somos una iglesia evangélica, cristiana que pertenecemos a la familia bautista, somos parte de la Convención Bautista de Nicaragua y Alianza Mundial Bautista. Nuestros principios se basan en la Palabra de Dios, es decir en las Escrituras.
Te invitamos a que leas los principios del Nuevo Testamento que sustentamos como familia Bautista.
Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes. – Filipenses 4: 9
Los bautistas
Como familia Bautista en Nicaragua hemos cumplido 100 años en el Pacífico de Nicaragua en el 2017. La Primer Iglesia Bautista en el pacífico fue fundada en 1917. Conoce como lo celebramos y agradecimos a Dios.
Lo que creemos
Solo hay un Dios y Señor de todo: El Padre, el Hijo y Espíritu Santo, quien existe en plena comunión y como tres personas distintas. [Juan 14:7-16, Génesis 1:1; 1:26; Salmos 90:2; Isaías 40:28, Mateo 28:19, 1 Pedro 1:2, 2 Corintios 13:14]
Jesucristo es el Hijo de Dios. Nació de una virgen como Dios y humano, habito en la tierra sin pecado alguno, murió crucificado para limpiar a la humanidad de sus pecados, fue sepultado y, resucitó al tercer día, y ascendió al cielo y vendrá por segunda vez. [Mateo 1:22-23, Isaías 9:6; 53:5-6, Juan 1:1-5; 14:10, Hebreos 4:14-15, 1 Corintios 15:3-4, Romanos 1:3-4, Hechos 1:9-11, 1 Timoteo 6:14-15, Tito 2:13 ]
El Espíritu Santo es nuestro guía, consejero e instructor, y su labor es revelar a Cristo, convencer de pecado, guiar al arrepentimiento, guiar al creyente, confortar, fortalecer y consolar. [2 Corintios 3:17, Juan 16:7-13;14:16-17, Hechos 1:8, 1 Corintios 2:12; 3:16, Efesios 1:13; 5:25,, Gálatas 5:25).
La salvación es un regalo de Dios, a través del arrepentimiento de pecado y fe en Cristo Jesús. Cada persona que es salva tiene vida enterna en Cristo Jesús, mientras que aquellos que mueren en pecado vivirán su eternidad lejos de la presencia de Dios. [Romanos 6:23, Efesios 2:8-9, Juan 14:6; 1:12, Tito 3:5, Gálatas 3:26, Romanos 5:1]
Principios Nuevo Testamentarios
«Sólo Jesucristo es Rey y Juez de la iglesia y la conciencia.» – John Smyth, 1610. Este es el prinicipio rector y fundamental de la fe cristiana (1 Pedro 2:7), la piedra angular de toda la doctrina bíblica. En torno a este principio giran los demás [Mateo 28:16-20; 1 Corintios 11:3, Filipenses 2:9-11; Efesios 1:17-23; Colosenses 2:8-15]
La Biblia es el libro de Dios. En ella Dios revela Su voluntad par los seres humanos y es superior a las tradiciones, las experiencias y el intelecto. Además es la única fuente de autoridad y con ella debería terminar toda discusión teológica. [Hechos 17:10-12; 2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:19-21]
La práctica del bautismo no comenzó con Juan el Bautista en el río Jordán, sino que era una práctica del pueblo judio para con los prosélitos, y simbollizaba el compromiso de ser fieles a la doctrina y a la Ley del pueblo de Dios. El bautismo es una ordenanza de Dios, que todo disciípulo debe obedecer, siempre que sea posible; debe ejecutarse por inmersión,, lo cual simboliza la muerte de la vida vieja y resurección a la vida nueva con Cristo. El bautismo por tanto debe de ser para personas convertidas y convencidas de la realidad de Dios y de la vida nueva que Jesucristo ofrece. [Mateo 3:13-17; romanos 6:4-5; Hechos 8:36,38-39; Efesios 2:8-9; Lucas 23:42-43; 1 Corintios 1:17; Colosenses 1:12).
Todo creyente tiene el derecho y privilegio inalienable de comunicarse directamente con Dios, por medio de Jesucristo, quien perdona los pecados. No es el sacerdote o pastor que debe de perdonar los pecados. Ningún hombre o instituci´øn debe impedir que una persona se acerque a Dios. Es el Espíritu Santo quien ayuda para tener una comunión con Dios por medio de Su palabra. [1 Pedro 2:4-5; Juan 14:13-14; 1 Corintios 12:7,12; Hebreos 4:14-16]
La libertad de conciencia es el derecho que tiene cada ser humano de elegir por sí mismo, un derecho concedido por Dios. Todo ser humano es competente para relacionarse libre, voluntaria y personalmente con Dios sin necesidad de intermediarios, por lo tanto, todo individuo es responsable de persuasión de fe que desea tener y no debe tener ningún tipo de restricción social, política, económica o religiosa para ejercer dicha responsabilidad en forma autónoma. Todas las demandas que de Dios se nos expresan en el Nuevo Testamento son demandas que deben ser consideradas porla voluntad del ser humano. Es decir, son demandas que se pueden obedecer o desobedecer, respetando de esta manera la libertad de conciencia de todo hombre o mujer. [Génesis 1:27, 3:22; Juan 1:12-13, 3:16;Marcos 8:34; Romanos 14:3-12]
La congregación local tiene la máxima autoridad y poder de decisión, sin depender de otra iglesia, grupo de iglesias, o persona alguna, para regir su destino. Esta en sí, es la oportunidad que tiene la comunidad de creyentes, para que sus miembros tengan derecho a la participación plena en la toma de desiciones en asuntos eclesiásticos, bajo la dirección del Señorío de Cristo y según el modelo del Nuevo Testamento. La iglesia en base a su autonomía decide sobre los asuntos trascendentes y no trascendentes, sintiendo que Jesucristo es la cabeza, las Escrituras, la orientación y el Espíritu Santo su guía, el cual le ha de llevar a toda verad. [Hechos 6:1-7; 1 Pedro 2:9; Efesios 1:22, 4:15]
Reconocemos la existencia del Estado, basados en la Biblia, y los propósitos que Dios tieen también para este: orden, justicia y bienestar social. También creemos que la orden de Dios es que obedezcamos y que oremos por los gobernantes. Además creemos que debe haber una autonomía e independencia de acción indispensable entre la Iglesia y el Estado, ya que cada entidad es útil en su lugar. [Hechos 5:29; Mateo 22:5-22]