Un grupo de 30 o 42 hermanos y hermanas evangélicos fueron bautizados en el lago de Managua, el 14 de enero de 1917; así oficialmente la obra bautista en el territorio del pacífico nicaragüense, y con esta la PIB Managua. Desde antes, desde 1852, teníamos hermanos y hermanas bautistas en el Caribe de Nicaragua.
Don José Mendoza Barrera fue nombrado pastor de aquella congregación. La Señorita Eleonor Blackmore fue asignada misionera general. La Iglesia Bautista de Managua estaba conformada por: zapateros, relojeros, albañiles, carpinteros, panaderos, costureras, bordadoras, entre otros. Desde meses atrás, una escuelita funcionaba en el lugar de reunión de esa iglesia, en la Casa de Las Masaya. Ese mismo año, de dicho pequeño proyecto educativo nacería oficialmente el Colegio Bautista de Managua, la iglesia sufrió una división, yéndose con don José Mendoza la mayoría de los miembros, para funda la Iglesia Evangélica Bautista Independiente Dios es Amor.
Desde El Salvador vino a Nicaragua, a reorganizar a la congregaci´øn bautista de la capital, la PIBM, el Rev. Guillermo Keech, quien fungió como pastor interino de ésta, hasta qu se logró la estabilidad.s
Una vez que las aguas tomaron su curso, la misión del norte trajo a Nicaragua al experimentado maestro de generaciones, el reverendo David Alexander Wilson. El 19 de noviembre de 1918, en sesión general, fue nombrado pastor de la PIBM.
Durante su período ministerial se establecieron las bases firmes para la obra bautista en el Pacífico de Nicaragua: seis iglesias en diferentes departamentos, formación de pastores, fundación de la revista bautista La Antorcha, una biblioteca para la Escuela Bíblica Dominical y la preparación de un pastor que lo sustituyera en su cargo en la PIBM: Arturo Parajón. Cuando el hermano Wilson fue llamado a los brazos del Creador, en 1923, tenía 64 años.
En 1923 la PIBM contabiliza 96 miembros. A la par de realizarse cultos de barrios, se abriera campos misioneros en Nejapa, Tipitapa, Sabana Grande, Minerva, Esquipulas, Hacienda Alemania y Zambrano. Los cultos eran por la noche. Desde ese período se comenzó la recolecta de ofrendas para la construcción de un templo, en vista que hasta esa fecha se alquilaban locales para los cultos.
El joven leonés, Arturo Parajón había arribado a su Nicaragua natal, luego de concluir estudios de Teología en Saltillo, Coahuila, México. Fue incorporado a la PIBM, como pastor misionero y ayudante del Rev. David Wilson.
Gracias al ministerio de 30 años del hermano Parajón se consolidó la obra bautista en el Pacífico nicaragüense: se extendió por el territorio el mensaje del Señor, fundando nuevas iglesias y campos misioneros, como Samaria, El Salto, San Rafael del Sur y Los Gutiérrez; fueron creados ministerios: el Coro de la PIBM, el Hogar Senil, el Hospital Bautista, la Escuela de Enfermería de ese hospital, el Seminario Teológico Bautista, la Sociedad Bautista de Jóvenes y la Convención Bautista de Nicaragua.
El pastorado de don Arturo se caracterizó por una lucha por abrir paso al protestantismo en una sociedad dominada por la iglesia Católica Romana.
el 24 de febrero de 1954 fue llamado a la presencia del Señor el Rev. Arturo Parajón. La PIBM nombró como pastor interino al Rev. José Antonio Corea, egresado del Seminario Hispanoamericano de Los Ángeles, California. Su pastorado duró hasta 1956, asumiendo el cargo de pastor el Rev. Adolfo Robledo, prolífico escritor bautista.
El año siguiente, 1957, fue inaugurado el ansiado templo que sería conocido como la Catedral Evangélica.
Por razones de salud, el Rev. Robledo declinó su cargo al frente de la congregación, pasando a ocupar esa función, hasta 1958, el Rev. Oscar Espino Zúniga, egresado del Seminario Teológico Bautista. Asimismo, en ese período fungió como pastor el Dr. José María Ruiz Collado, ex sacerdote católico. el Rev. Rolando Gutiérrez Cortés fue nombrado co-pastor. En 1961 el Dr. Ruiz pasó al retiro. Posteriormente el hermano Gutiérrez Cortés viajó a Europa a estudiar teología. Sin pastor, la PIBM pasó a estar bajo la conducción del Cuerpo de Diáconos, encabezado por el hermano Gustavo Wilson Bateman.
En 1962 retorna al país el Rev. Rolando Gutiérrez Cortés, retomando el pastorado de la PIBM. Aquellos eran años de conflictos sociales y políticos, tanto nacional como internacionalmente. Un grupo de jóvenes de la PIBM asumió un compromiso frente a la coyuntura, organizándose en el Movimiento Estudiantil Cristiano (MEC). Años más tarde hubo muchachos y muchachas de esta iglesia quienes radicalizaron sus posiciones políticas, pasando a formar parte de las estructuras de la organización guerrillera Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Don Rolando partió con su familia a México, donde desarrolló su ministerio pastoral y teológico por largos años.
El Rev. Juan Pablo Tamayo Remón, llega a Nicaragua en 1968, contratado para pastorear la PIBM. La congregación fue testigo de su don de gente, de su prédica vehemente y de sus sólidos conocimientos bíblicos.
El terremoto de Managua en 1972 dejó inhabilitado el templo, viéndose la necesidad de levantar una estructura provisional de madera, que sería conocida como el » Tabernáculo». Sin embargo, allí se pudo acoger por décadas a la congregación.
Para dar repuesta a la emergencia nacional ocasionada por el tremendo sismo, los líderes de las iglesias evangélicas fueron convocados por el Dr. Gustavo Parajón Domínguez, miembro de la PIBM, e hijo de don Arturo Parajón. Así nació el Comité Evangélico Pro Ayuda a Los Damnificados (CEPAD). El Dr. Parajón tenía experiencia en el trabajo comunitario, dada su entrega desde hacía años al desarrollo del proyecto de atención primaria de salud, PROVADENIC.
El Rev. Tamayo viaja en 1978 al extranjero, a realizar estudios. El Dr. Gustavo Parajón, diácono de la PIBM, asumió la conducción de esta iglesia. Al año siguiente sería ordenado como pastor.
Después pastorearía a la grey el Rev. Juan A. Argueta, guatemalteco, quién había estado al frente de las iglesias en Nancimí, El Salto, Masatepe y Ebenezer.
Durante el período de actividad pastoral del Dr. Gustavo Parajón, se vivió uno de los momentos más difíciles en la historia de Nicaragua: una insurrección nacional; el triunfo revolucionario trajo consigo la migración de algunos sectores de la sociedad, ocurriendo lo mismo para hermanos y hermanas de la iglesia adversos a la revolución; la guerra de agresión contrarrevolucionaria, con la consecuente polarización política de la PIBM.
El Rev. Parajón en su pastorado enfatizó el tema del servicio al prójimo, reafirmando lo que predicaba, con su ejemplo; ya que al frente del CEPAD, PROVADENIC, ALFALIT y PRESTANIC promovió el desarrollo comunitario, la salud, la alfabetización y la atención a la población ante los desastres naturales. De igual manera, dedicó sus mayores esfuerzos a la labor de pacificación de su país.
Dos Co-pastores fueron contratados por la iglesia: el Rev. Francisco Adalid García; después el Rev. Guadalupe Gómez. En 2000 se derriba el «Tabernáculo», para erigirse el templo actual.
Tras más de 30 años de actividad pastoral, el Rev. Gustavo Parajón presentó su renuncia en 2010; pasando a ser nombrado Pastor Emérito. La iglesia entonces contrató los servicios del mexicano Joel Sierra Cavazos, músico del ámbito cristiano, quien concluyó su labor posteriormente después de 20 meses, asumiendo la conducción de la grey el Cuerpo de Diáconos.
Gustavo Adolfo Parajón Domínguez pasó a estar con el Señor, el 13 de Marzo de 2011.
Un siglo ha transcurrido desde la puesta en marcha del ministerio de la Primera Iglesia Bautista de Managua. Ha significado una «Aventura de Dios», como solía decir el Rev. Eugenio Zamora al referirse a las vivencias en la obra del Señor. En efecto: Una Aventura de Dios, sirviendo al Señor con integridad y verdad.
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Rolando Escobar Doña
¡Adelante! Informativo Semanal de la Primera Iglesia Bautista de Managua
Año 71 – No. 10 / 5 de marzo de 2017